¿Qué deben hacer las pymes para iniciar la transformación digital?
Para iniciar la transformación digital, los pequeños y medianos negocios deben primero identificar cuáles son las variables del negocio más representativas, es decir, aquellas que contribuyan a dar valor a su negocio.
Aquellas que sean capaces de mejorar los procesos o de crear nuevos escenarios de negocio capaces de optimizar y eficientar las operaciones. ¡Ojo! No se trata de un tema tecnológico. Recordemos que (antes de ser un fin), la tecnología es meramente una herramienta.
Una herramienta que permite conectarnos, agregar y eficiencia velocidad a los procesos y –en últimas-, tener mejores negocios. Es por esto que la transformación digital implica altas dosis de culturización y un liderazgo capaz de desafiar la manera tradicional de hacer las cosas en las pymes.
El hecho de que las pymes emprendan un proceso de cambio radical para abrir nuevos canales digitales, encontrar nuevos mercados y sobrepasar a la competencia implica un gran desafío.
Debido a que la palabra ‘digital’ se ha vuelto tan trillada, la supervivencia de la pyme ya no depende de la tecnología por sí misma, ni del músculo financiero, ni de la cantidad de empleados… es –ni más ni menos-, un acto de renovación continua para adaptarse fácil y rápidos a las continuas jornadas digitales.
¿Qué ajustes son necesarios hacer en procesos de producción antes de iniciar una digitalización?
Por ejemplo, para organizaciones que se dedican a transformar materias primas en producto terminado, se sugiere que –antes de emprender una renovación tecnológica o digitalizar un proceso o un puesto de trabajo, se entienda a la cadena de valor completa, desde las compras y el transporte hasta las operaciones y el mantenimiento, pasando por marketing y finanzas.
Recordemos que una cadena de valor como esta incorpora además a proveedores, fabricantes, distribuidores, retailers y finalmente, consumidores. ¿Qué significado tienen tales componentes para la transformación digital? Pues que unidos contribuyen a llevar un producto o servicio desde su diseño conceptual hasta su aplicación por el usuario final. Es el proceso central de cualquier empresa, y hay que entenderlo como tal.
Entonces, antes de invertir en tecnología, es imperioso buscar cuáles son los puntos de la cadena de valor donde se pueden lograr mayores eficiencias y contribuciones significativas para producir más y gastar menos, para comprar menos y producir más.