El crecimiento de los datos está generando nuevas preocupaciones a las empresas, por ejemplo sobre cómo pueden garantizar la seguridad y la privacidad en entornos como el de la inteligencia artificial.
Desde la aparición de los primeros servicios en la nube el almacenamiento se ha convertido en uno de los más demandados por las organizaciones, ya que cada vez les es más difícil contar con la capacidad que necesitan para guardar toda la información, y seguir incrementándola a medida que reciben más datos. Esto, además, les permite aumentar su agilidad y mantener la competitividad ante las complicaciones que van surgiendo en sus respectivos mercados, ya que no deben destinar tantos recursos a la TI necesaria para almacenar los datos.
Y la flexibilidad en la escala es otra de las ventajas que tiene el almacenamiento en la nube, ya que se puede aumentar o disminuir el espacio a necesidad. Y no es necesario hacer estimaciones a muy largo plazo, como sucede con el enfoque tradicional de almacenamiento local. Pero la nube plantea ciertos retos en lo que se refiere a la gestión de datos, ya que actualmente las estrategias de almacenamiento no son 100% locales ni en la nube, sino que combinan ambos entornos e, incluso, se suman las infraestructuras Edge.
Durante este año las empresas van a seguir avanzando en sus estrategias de migración hacia la nube, trasladando tanto sus datos como muchas cargas de trabajo a estos entornos. Así, las arquitecturas de almacenamiento de datos tradicionales seguirán cambiando desde las estructuras centralizadas a modalidades distribuidas, basadas en los servicios en la nube.
Los resultados del último reporte Truth in Cloud (estudio presentado por Veritas sobre los desafíos de la administración de datos en la nube) señalan que, a nivel global, cerca del 70% de las empresas ha asignado presupuesto para adquirir nuevas soluciones para proteger sus datos en la nube en los próximos 12 meses y se estima que dicho presupuesto para respaldo y recuperación aumente sustancialmente en los próximos tres años. Sin embargo, en los casos en que los entrevistados son responsables de cargas de trabajo on-premise y en la nube, casi la mitad prefiere hacerlo con una única solución de respaldo. En México, 89% de los profesionales encuestados dijeron haber asignado recursos financieros.
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